(Foto: facebook.com/Policia-Nacional-del-Perú-PNP)

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Mientras la atención de los peruanos estaba puesta en el pedido de renuncia del general Raúl Salazar a la Dirección General de la Policía, el mando a cargo del cuestionado oficial ordenó la desarticulación de dos unidades especiales de la institución: la División de Investigaciones Especiales (Divinesp) y el Departamento Técnico Judicial (Deptejud).

Un reportaje del diario El Comercio, que cita fuentes policiales de alto nivel, reveló que más de 20 efectivos fueron retirados de ambas secciones luego de cinco años de servicios y fueron destacados a puestos policiales en Lima y el interior del país.

El comando en el que Salazar está al frente retiró a los jefes de tres departamentos de la Divinesp: los mayores Marco Tataje, Rubén Durand y Jorge Villar, así como del resto del personal. El jefe de la Deptejud, adscrito a la Dirando, Luis López, y otros agentes también fueron cambiados de puesto.

La Divinesp siguió la investigación al clan Sánchez Paredes, la captura de Fernando Zevallos y del espía Víctor Ariza, de los integrantes de Businesss Track, del cabecilla terrorista ‘Artemio’ y de la muerte del camarada ‘William’, además de otras importancias acciones.

El último domingo, el coronel Javier Bueno Victoriano, jefe de la Divinesp desde mayo de 2012, leyó la lista de los relevos ordenados por el comando ante todos sus subordinados. Cuando estos le pidieron explicaciones – refiere el citado diario–, él dijo que “no dejaría que lo sancionen por incumplir órdenes superiores”.

Tras esta razzia, la sede de la Divinesp, ubicada en San Isidro, y sus casas de seguridad en la capital están desiertas y paralizadas. La Oficina de Comunicaciones de la Policía Nacional no se ha pronunciado al respecto.