(Foto: BBC / flickr.com/presidenciaecuador)

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La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner felicitó, mediante un comunicado difundido por Twitter, al sumo pontífice Francisco, quien fuera cardenal de Buenos Aires.


“Es nuestro deseo que tenga, al asumir la conducción y guía de la Iglesia, una fructífera tarea pastoral desempeñando tan grandes responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la humanidad”, escribió la mandataria en el mensaje dirigido a Jorge Bergoglio.

Sin embargo, su actividad por esta red de microblogging muestra que, previo a lanzar este comunicado al Sumo Pontífice, la presidenta de Argentina no tenía mucho interés por los asuntos del Vaticano.

Es así que, según revela El Clarín, mientras todo el mundo esperaba el humo blanco que anunciaba al sucesor de San Pedro, Cristina Fernández se mantuvo tuiteando algunas obras recientes de su gobierno, y criticando la poca difusión que estas tenían en los medios de comunicación masivos.

Pese al tono amical de la última comunicación, la relación entre el excardenal de Buenos Aíres y la mandataria argentina no siempre ha sido la mejor. En el 2010, durante la discusión para legalizar los matrimonios homosexuales, Cristina Fernández calificó de “tiempos medievales y de la Inquisición” la actitud de rotunda negativa presentada por Bergoglio.