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El impacto de un meteorito en la región de Chelyabinsk, en los Urales de Rusia, dejó heridas a más de 950 personas, entre ellas al menos 159 niños. El fenónemo provocó que rocas brillantes se vieran a varios kilómetros y dejó una enorme estela de nubes.
“El número de heridos es de unos 950”, declaró el gobernador de la región de Cheliabinsk, Mijail Yurevich, citado por la agencia Ria Novosti. El balance anterior era de más de 500 heridos, muchos de ellos por astillas de vidrios debido a que saltaron los cristales de las ventanas.
Residentes de Chelyabinsk reportaron temblores de tierra, ventanas destrozadas y alarmas de autos durante la lluvia de meteoritos. La mayoría de las contusiones se produjeron por la rotura de cristales, informó el Ministerio del Interior, citado por la agencia de noticias Interfax. En un principio se habló de una cantidad de heridos significativamente menor.
Más de un centenar de personas fueron atendidas en hospitales y fueron afectadas al menos seis ciudades con daños en los edificios. En esta época del año, en pleno invierno, las temperaturas suelen estar por debajo de los cero grados.
