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Los 115 cardenales que votarán para elegir al papa sucesor de Benedicto XVI oraron hoy en la Basílica de San Pedro para iluminarse en este día crucial. La misa Pro eligendo fue el último acto previo de los cardenales antes del inicio del cónclave.
El decano del Colegio Cardenalicio, Ángelo Solano, dijo durante la ceremonia que dirigió que deberían rezar para que el Señor entregue un “pontífice que abrace esta noble misión con un corazón generoso”. También pidió unidad dentro de la Iglesia –actualmente enfrentada a escándalos– y que los fieles respalden al nuevo papa, sea quien sea.
El cónclave secreto, que se desarrolla en latín, podría varios días y no hay un candidato favorito para suceder a Joseph Ratzinger al frente de la Iglesia católica, que tiene más de 1.200 millones de fieles en todo el mundo.
El cardenal italiano Ángelo Scola y el brasileño Odilo Scherer son los postulantes con mayor peso hasta ahora. El primero devolvería el papado al país europeo después de 35 años, mientras que el segundo sería el primer pontífice no europeo en 1.300 años de historia católica.
En un peculiar ritual que se remonta a la Edad Media, los purpurados permanecerán en el ‘encierro’ hasta que sea escogido el pontífice número 266. Los últimos nuevo cónclaves duraron más de tres días, ninguno más de cinco.
